Objetivo del curso
Queremos que los alumnos se descubran y acepten a sí mismos, descubran y acepten a los demás en su diversidad y descubran los valores de justicia y solidaridad que nos ofrece Jesús en el Evangelio para que aporten lo mejor de sí mismos a la sociedad.
El profesorado debe tener presente que es un modelo para el alumno, un referente. Como creyentes nos proponemos hacer realidad valores del Evangelio como el cariño, la alegría, la responsabilidad, el respeto, el compromiso, la justicia y la solidaridad.
Educar en la responsabilidad es ayudar a la persona a alcanzar la capacidad de ser independiente, de valerse por sí misma, de tomar decisiones, de hacer uso de la libertad desde el conocimiento de sus posibilidades (la responsabilidad es la capacidad de asumir las consecuencias de las acciones y decisiones buscando el bien propio junto al de los demás).
Ser responsable en el sentido global de la palabra significa:
1. Responsabilidad hacia uno mismo
Soy responsable de hacer realidad mis deseos, de mis elecciones y mis actos, de mi felicidad personal, de elegir los valores según los cuales vivo y de elevar el grado de mi autoestima.
2. Responsabilidad hacia las tareas a desarrollar
Soy responsable del modo en que distribuyo mi tiempo y realizo mis deberes y trabajos pendientes.
3. Responsabilidad hacia la sociedad
Soy responsable de mi conducta con otras personas: compañeros de trabajo, familia, amigos… y de comunicarme correctamente con los demás. Esto conlleva un doble juego: por un lado conciencia y práctica democrática y por el otro, la actuación y el compromiso colectivo de mejorar la realidad.
Cada trimestre se incidirá en un aspecto distinto.
En el primer trimestre, será: ¡SUBE AL TREN! Respeto a uno mismo.
Se quiere presentar el curso como un viaje apasionante, como una aventura.
Pretendemos trabajar en este primer trimestre el autoconocimiento y la aceptación. También se les quiere invitar a una profundización en su propia interioridad para que descubran la riqueza que hay dentro de ellos porque se encontrarán consigo mismos y con Dios/Jesús
En el segundo trimestre, será: ¡DISFRUTA DEL VIAJE! Respeto a los demás.
Este viaje no lo van a hacer solos, sino con sus compañeros, a los que también tienen que aprender a respetar. Se quiere trabajar en este segundo trimestre la empatía, la convivencia pacífica, la alegría, la disponibilidad, la aceptación de los que son diferentes, porque todos somos hermanos en Cristo. Se pretende enlazar este trabajo con el Día de la Paz.
En el tercer trimestre, será: ¡CAMBIA EL RUMBO: SERVICIO! ApS.
Descubrir que todos somos hermanos, que pertenecemos a una gran familia nos tiene que llevar a desear que todos los hombres vivan en mejores condiciones, es decir, a luchar por la justicia, por la paz, por el cuidado de nuestro pueblo o barrio y por el cuidado de la naturaleza.
De nuestros alumnos debe salir el compromiso de trabajar por un mundo mejor, comenzando por su entorno más inmediato, y nosotros debemos guiarlos hacia un programa de aprendizaje servicio o algún voluntariado.
Entonces, el viaje no habrá sido en vano, habrán aprendido que el sentido de la vida es servir, hacer realidad el objetivo «ENTRÉGATE».