Para este año escolar, nos plateamos como objetivo general favorecer en nuestro Centro un clima reflexivo y participatvo que ayude a formar personas atentas a lo que sucede a su alrededor; personas creativas, originales, flexibles, con visión de futuro e iniciativa y que sean capaces de afrontar riesgos e innovar.
Para desarrollar este objetivo hay que cumplir con dos premisas imprescindibles:
La primera es que solo se puede innovar en educación si creemos en nuestros alumnos; si los queremos y los valoramos.
La segunda premisa es que un profesor que disfruta en clase hará que sus alumnos disfruten, y por lo tanto, estará innovando.
¿O acaso existe mayor innovación que ser feliz y conseguir que los demás lo sean?